La vida asistida por el ambiente (AAL, por sus siglas en inglés) es un enfoque para abordar las necesidades de las personas mayores. Las tecnologías de inteligencia ambiental están ampliamente desarrolladas en este ámbito con el objetivo de construir entornos seguros alrededor de las personas y ayudarlas a mantener una vida independiente.

AAL tiene como objetivo desarrollar la innovación para mantener a las personas conectadas, saludables, activas y felices en su vejez. Se trata del desarrollo de productos y servicios para las personas que se enfrentan a algunos retos del envejecimiento y para quienes las cuidan.

Entre las aplicaciones desarrolladas se encuentran aquellas dirigidas al control de la diabetes, al tratamiento de la depresión, al control de la hipertensión, a la adherencia a la medicación y al apoyo psicológico. Considerando que los estudios científicos han señalado que los niveles de actividad de las personas disminuyen significativamente cuando se jubilan, también existen aplicaciones de alerta de alarmas que pueden salvar vidas humanas cuando se detectan eventos críticos, como caídas, inactividad prolongada o peligros ambientales.

El monitoreo con este tipo de dispositivos recoge datos que pueden ayudar a la detección precoz de cambios en el comportamiento o en las actividades básicas implicadas en la vida diaria, mediante la identificación temprana de los factores de riesgo del deterioro funcional. Además, las aplicaciones de cambio de comportamiento incluyen el monitoreo de algunas actitudes peligrosas, como fumar, la ingesta de calorías para la dieta y los niveles de actividad física.

La introducción de sensores en la vida cotidiana proporciona una gran cantidad de datos. Un aspecto crucial es el uso correcto tanto de las tecnologías como de los datos con fines saludables. Las generaciones actuales están acostumbradas al uso de tecnologías en las actividades diarias, pero las personas mayores podrían no ver el beneficio que éstas aportan y ser distantes u oponerse a utilizar sensores, computadores u otras tecnologías, aunque la evidencia muestre un enorme espacio de beneficios para acceder más fácil a servicios de atención,
consulta remota, apoyo a la vida independiente, participación social, bienestar y monitoreo de condiciones saludables.

Los retos en AAL son avalados por exitosas experiencias en proyectos a nivel local y europeo dirigidos a la promoción de la salud, a la actividad autónoma y a la monitorización de la salud, entre otros.